miércoles, 28 de julio de 2010




Darwin Passaponti


Quise cruzar la vida

con la luz del rayo

que el espacio alumbra,

seguro de no vivir más que un instante,

seguro de no morir debilitado.

Así como el rayo,

corto, breve y soberano.



El 20 de diciembre de 1967, desde Madrid, Juan Domingo Perón le escribe a Trento Passaponti, padre de Darwin:

"Querido compañero:

He recibido y le agradezco el envío de su libro La Chacra del Mangrullo, como las generosas palabras de su dedicatoria. No sabe usted el placer que he tenido al leerlo porque yo he nacido en la estancia de mi padre en Lobos y he crecido después en otra estancia en la Patagonia, de manera que todo cuanto usted menciona me es casi familiar. Muchas gracias por el buen rato que me ha proporcionado con tantos recuerdos.

Su amabilidad me ha traído el recuerdo de su hijo Darwin Passaponti, nuestro primer peronista, muerto el 17 de octubre de 1945 frente a Crítica y desde aquí me uní al homenaje que el Peronismo en su tumba rindió con motivo del aniversario de su fallecimiento y que en esta ocasión rememoro con emoción.

Le ruego acepte, con mi saludo más afectuoso, mi agradecimiento por todo. Un gran abrazo."

Juan Peron

lunes, 26 de julio de 2010


EVA

solamente un poema

Por María Elena Walsh




Calle Florida, túnel de flores podridas.

Y el pobrerío se quedó sin madre

llorando entre faroles sin crespones.

Llorando en cueros, para siempre, solos.

Sombríos machos de corbata negra

sufrían rencorosos por decreto

y el órgano por Radio del Estado

hizo durar a Dios un mes o dos.

Buenos Aires de niebla y de silencio.

El Barrio Norte tras las celosías

encargaba a París rayos de sol.

La cola interminable para verla

y los que maldecían por si acaso

no vayan esos cabecitas negras

a bienaventurar a una cualquiera.

Flores podridas para Cleopatra.

Y los grasitas con el corazón rajado,

rajado en serio…. Huérfanos…. Silencio….

Calles de invierno donde nadie pregona

El Líder, Democracia, La Razón.

Y Antonio Tormo calla "amémonos".

Un vendaval de luto obligatorio.

Escarapelas con coágulos negros,

El siglo nunca vio muerte más muerte.

Pobrecitos rubíes, esmeraldas,

visones ofrendados por el pueblo,

sandalias de oro, sedas virreinales,

vacías, arrumbadas en la noche.

Y el odio entre paréntesis, rumiando

venganza en sótanos y con picana…

Y el amor y el dolor que eran de veras

gimiendo en el cordón de la vereda.

Lágrimas enjuagadas con harapos,

Madrecita de los Desamparados.

Silencio, que hasta el tango se murió.

Orden de arriba y lágrimas de abajo.

En plena juventud. No somos nada.

No somos nada más que un gran castigo.

Se pintó la República de negro

No descanses en paz, alza los brazos,

no para el día del renunciamiento

sino para juntarte a las mujeres

con tu bandera redentora

lavada en pólvora, resucitando.

No sé quién fuiste, pero te jugaste.

Torciste el Riachuelo a Plaza de Mayo,

metiste a las mujeres en la historia

de prepo, arrebatando los micrófonos,

repartiendo venganzas y limosnas.

Bruta como un diamante en un chiquero

¿Quién va a tirarte la última piedra?

Quizás un día nos juntemos

para invocar tu insólito coraje.

Todas, las contreras, las idólatras,

las madres incesantes, las rameras,

las que te amaron, las que te maldijeron,

las que obedientes tiran hijos

a la basura de la guerra, todas

las que ahora en el mundo fraterniz

ansublevándose contra la aniquilación.

Cuando los buitres te dejen tranquila

y huyas de las estampas y el ultraje

empezaremos a saber quién fuiste.

Con látigo y sumisa, pasiva y compasiva,

única reina que tuvimos, Loca

que arrebató el poder a los soldados.

Cuando juntas las reas y las monjas

y las violadas en los teleteatros

y las que callan pero no consienten

arrebatemos la liberación

para no naufragar en espejitos

ni bañarnos para los ejecutivos.

Cuando hagamos escándalo y justicia

el tiempo habrá pasado en limpio

tu prepotencia y tu martirio, hermana.

Tener agallas, como vos tuviste,

fanática, leal, desenfrenada

SE LLAMABA EVA...

Por Alejandro Olmos*

En la ciudad del silencio la historia talló su imagen y le dio un pedestal en la eternidad del tiempo.

Hizo de su nombre una bandera, de su vida un ejemplo, y de su muerte un símbolo.

No fue ella la ilusión de una promesa, porque hizo una realidad de la esperanza.

No consagró el dogma de un partido, porque fue el amor cristiano de una obra.

No gobernó a una República, porque reinó en el corazón de los humildes.

La siguieron los débiles, porque ella rindió a los poderosos.

La reconocieron los justos, porque ella condenó los privilegios.

La amaron los hambrientos, porque ella fue el pan de su justicia.

En la plaza de las multitudes selló su destino un 17 de octubre.

Y, desde la entraña misma de su pueblo, fue rebeldía, inspiración y nervio al lado del caudillo que parió la patria.

Renunció a los honores del Estado para servir de consuelo al sufrimiento.

El dolor de los desposeídos crispó sus manos y un anhelo de justicia fervorizó su sangre.

La doctrina de Perón se hizo evangelio en la obra de su vida, y agotó su sacrificio al servicio del pueblo.

En el invierno de una noche entró en la inmortalidad de los grandes.

Y un país, convertido en llanto, fue una larga sombra de gratitud y silencio.

El crimen de los bárbaros desterró su imagen en la impiadosa conjura de los odios.

Peregrina en caja anónima, tuvo por sepulcro un suelo extraño, y por lápida un nombre ajeno.

El pueblo la perdió en el día de la derrota.

El pueblo la rescató en el amanecer de una victoria.

En la parábola del arrepentimiento y el pecado, volvió a la patria.

Y la patria le dio tumba junto al caudillo.

Pero el odio de la infamia y la violencia los separó, de nuevo, en la ciudad dividida de los muertos.

La magia de su signo alienta a quienes toman su bandera, y estremece a quienes siguen el eco de su historia.

Se llamaba Eva...

Y en la lucha que ella emprendiera contra la injusticia de su pueblo ganará batallas al conjuro de su nombre.


LA MUCHACHA DEL 17

Poema de Alfredo Carlino




Su nombre me llegó

como un tumulto.

Era casi un niño y militaba.

Su nombre me estallo detrás de la aurora

Era de madrugada en Buenos Aires,

el calor nos golpeaba y la pasión preparaba su incendio.

Iba a darse el día,

Fruta embarazado, de pie y para siempre.

Íbamos a inventarlo todo.

La muchedumbre,

aquella muchacha en el deseo,

el coronel para siempre.

Contarles a los otros,

Durante mi vida

Como fue, lo que fue, en la eternidad.

Iba a darse el día y sería 17

y no sabíamos nada.

Ella me llego desde la lucha.

Ella, con sus ojos banderas

y su piel de alondra.

Ella, cantaba Como una llamarada

hasta herir el espacio.

Me llegó desde la sangre, con la muerte Passaponti,

esa mutilada adolescencia que soñaba.

Me llegó desde el aire y el Canto,

desde la bronca y la herida,

desde la vida y la muerte,

desde la eterna ternura revolucionaria,

tan llena de amor,

tan llena de guitarras,

de palomas y vidalas,

de viejas haraposas,de viejos, imposible dormir en la calle.

Me llegó invicta, memorial y victoriosa.
Me llego sin saberlo,

era la historia

y uno participó como si nada.

Me llegó como todo,

en el tumulto de la calle
yen medio de la lucha.

linda y total, vestida de estrellas,

de violines en su rostro.

Vital de odios

,porque amaba, tanto y tanto a su pueblo.


Me llegó con sus soles,

sus gestos, sus todos.

Nunca la pureza tuvo mas identidad,
que en su bello nombre.

Su ternura sigue creciendo

y contiene la misma rebeldía.

Ella, la invicta, muchacha del 17,
fue después eternamente nuestra,

aún flamea en la multitud

y sigue cantando

como una llamarada.


EVITA

Por Alberto Buela

Evita Perón nació en el año 1919 en un pequeño pueblo de la pampa argentina denominado Los Toldos, nombre que hace referencia al tipo de vivienda -las tolderías-, que utilizaban los indios que habitaron originariamente la zona.

Dicen, los que saben, que el paisaje infinito de la pampa infunde en el ánimo de quien lo vive un sentido indómito de libertad y coraje, que no hay escuela que lo reemplace.

Drieu la Rochelle, ese observador privilegiado, viajando en compañía de Jorge Luis Borges la definió como -un vértigo horizontal, y Ortega y Gasset como promesa que promete.

Este fue el genius loci (clima, suelo y paisaje) en donde cayó Evita a la existencia. Fue anotada y bautizada bajo el nombre de María Eva Duarte, hija de Juana Ibarguren Núñez y de su pareja Juan Duarte, quien nunca legitimó la relación.

Juan Duarte, hacendado y concubino de Juana Ibarguren, muere en 1925 dejando a ésta y a sus cinco pequeños hijos -la menor Evita-en el desamparo más absoluto.

No obstante ello, Juana con su máquina de coser, trabajando día y noche y guardando la dignidad, logra mantenerlos y educarlos.

Evita comienza a manifestar su vocación artística y viaja a Buenos Aires, la gran ciudad cosmopolita, en donde se instala a partir de l934.

Trabaja asiduamente en la radio e interviene en algunas películas.

Diez años después, a causa del terremoto que asoló la provincia de San Juan, pegada a la cordillera de Los Andes, establece relaciones de noviazgo con el entonces coronel Juan Perón, con quien se casa en diciembre de 1945.

Trabajó infatigablemente junto a él hasta su temprana muerte en 1952.

Hasta aquí los hechos más o menos puntuales de una biografía lineal para que el lector portugués ubique cronológicamente a Eva Perón.

Pero lo digno de destacar es su obra y su acción política y social.

Evita representó antes que nada el carácter argentino, heredado seguramente de la visión de su pampa originaria, que como el del gaucho es indómito y soberbio.

No se ató a los formales convencionalismos.

Dañó los intereses privilegiados y benefició a los más humildes.

Tuvo, como se dice hoy, -una opción preferencial por los pobres y toda su gestión se dirigió en ese sentido.

Pero nunca hizo clasismo, ni al estilo demócrata cristiano ni al modo marxista.

Ella fue simplemente peronista.

No anduvo con medias tintas.

No fue una mujer light como las que hoy día tienen poder al estilo de Hilary Clinton, sino una mujer dura, pesada.

Que rigoreó a sus enemigos y protegió a sus grasitas descamisados.

Al respecto vale la pena recordar una anécdota: Desde el automóvil que la conduce a una recepción de gala, Evita ve una anciana llorando en la puerta de un Banco.

Baja, entra con ella y pregunta: -Señores, ¿Quién de ustedes fue el hijo de puta que le dijo a esta señora `vuelva mañana`?.

Estaba convencida que el proyecto político de su esposo, el general Perón, de una -Argentina socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana era posible y por su instauración luchó hasta el fin.

Fue Evita la que con tesón logró que la mujer argentina fuera la primera que votara en Nuestra América.

El voto femenino es un logro suyo, casi, exclusivo.

Pero, y esto vale la pena destacarlo, ella no fue feminista.

Lejos estuvo de la exaltación de la diferencia sexual a que nos tienen acostumbrados las feministas de hoy.

Ella fue una mujer hecha y derecha, enamorada de su esposo, volcada hacia los más desprotegidos y amante de su patria.

Su temprana muerte a los treinta y tres años, acaecida en pleno cambio de las estructuras sociales de la vieja sociedad conservadora, la transformaron lentamente en un mito fundador de los argentinos, lo mismo que Juana de Arco para los franceses.

Incluso, siempre se ha hablado del gran secreto de Evita, y el padre Hernán Benitez, su confesor, ha afirmado muchas veces que -Ella caminaba en el sendero de Dios.

Así pues, como dice el agudo pensador español Javier Esparza respecto de Madona:-Que una golfa del show bussiness, y además gringa, encarne a Evita es, simplemente, un sacrilegio.

En manos del lector aparece el texto La Razón de mi vida, único libro que Evita redactara.

Escrito entre los años 1949 y 1951 y cuyos cuadernos acaba de encontrar en España el investigador Jorge González Crespo desmintiendo así la versión gorila=antiperonista que afirmaba que el libro había sido redactado por un escriba a sueldo.

El texto está centrado en Perón y el apoyo a su proyecto político, económico y social.

Y alrededor de él giran tres grandes categorías: los trabajadores, los humildes y las mujeres.

Todo ello en vistas al logro de la justicia social.

Y esto lo hace notar expresamente Evita cuando, al comienzo mismo afirma: -Creo que así como algunas personas tienen una especial disposición del espíritu para sentir la belleza, más intensamente que los demás, y son por eso poetas o pintores o músicos, yo tengo, y he nacido con una particular disposición del espíritu que me hace sentir la injusticia de manera especial, con una rara y dolorosa intensidad.


AB/

sábado, 24 de julio de 2010


VOLVERÉ Y SERÉ MILLONES

Un poema de José María Castiñeira de Dios

(1962)


Yo he de volver como el día

para que el amor no muera

con Perón en mi bandera

con el pueblo en mi alegría.

¿Qué pasó en la tierra mía

desgarrada de aflicciones?

¿Por qué están las ilusiones

quebradas de mis hermanos?

Cuando se junten sus manos

volveré y seré millones.


EL INOLVIDABLE CANTOR DE LOS CIEN BARRIOS PORTEÑOS

Por Julio Fernández Baraibar


Fue el cantor "grasa", el de los enormes nudos en la corbata, el ídolo de la plebe peronista entre el 45 y el 55.
Una sola cosa me llena de satisfacción. Murió muchos años después que Julio Cortazar, quien se fue a vivir a Paris, según su propia confesión, para no oír los tangos de Alberto Castillo.

Pero antes, otra situación me había llenado de satisfacción histórica.

Fue cuando Alberto, lo que quedaba de aquel cantor, que según Aníbal Troilo, jamás desafinó una nota, cantó ante una multitud pequeño burguesa en la plaza Julio Cortázar.

Escuchar sus grabaciones con Ricardo Tanturi sigue siendo una experiencia estética inigualable.

Tenía una voz privilegiada.

Tenía una entonación que nadie pudo igualar.

Y, repito con Pichuco, jamás, ni de viejo, erró una nota.

Venia del velorio, merecidamente realizado en la Legislatura de la ciudad a la que le cantó los cien barrios porteños. Eran las cinco de la mañana y la guardia de honor de Alberto eran unos 25 pibes y pibas de 18 años de edad.

Esa era la gente que se merecía.

Esa era la gente que volvió a descubrir a un artista popular sin igual.

Los Auténticos Decadentes lo sumaron a su “Siga, siga, siga el baile, al compás del tamboril” y, me consta porque tuve la oportunidad de entrevistarlo en aquella época, Alberto estaba feliz de seguir cantando a su manera con las nuevas generaciones.

Lo vi y lo escuché muchas veces en estos últimos años. Seguía, ya con voz escasa, sin desafinar una nota.

Nadie, pero nadie ha cantado Ninguna, de Dames y Manzi, como Alberto Castillo.

Quien dude de su valor que escuche ese tango.

Castillo lo ha convertido en un "lied" porteño.

Su voz, su estilo, su repertorio nos lleva a una época gloriosa de la Argentina.

Su fama es, simplemente, la aparición de los trabajadores como demanda cultural. Alberto Castillo se lleva con él la mejor Argentina.

La de la prepotencia de los trabajadores.

La de los grasas con poder adquisitivo.

La Argentina cuyo norte era la grandeza de la nación y el bienestar del pueblo.

Nunca podré escuchar El Pescante cantado por Alberto Castillo sin emocionarme.

Nunca podré olvidarme de un cantor popular que murió a los 87 años, muchos años después de Julito Cortázar.

Esto último me compensa la pena de haber visto a Alberto en el jonca de pino, con el cuello de la camisa grande, con el nudo de su corbata exagerado.

“Está igual”, me dijo el Tigre, un gomía de la milonga.

Claro, vivió todo lo que quiso.

Fue leal a su gente y amó lo que hacía.

JFB/

jueves, 15 de julio de 2010

Grecia, Portugal y España e Irlanda tienen los gastos públicos más bajos de Europa.

LO QUE SE SABE Y NO SE DICE DE LA CRISIS EUROPEA.

La Crisis de los países Europa no se debe al aumento excesivo del gasto público, sino a la disminución de los ingresos al Estado, debido a la resistencia de los poderes económicos y financieros.

Por Vicenç Navarro

CAUSA ARGENTINA

La crisis que están viviendo algunos países mediterráneos –Grecia (en especial), Portugal y España– e Irlanda se está atribuyendo a su excesivo gasto público, que se supone ha creado un elevado déficit y una exuberante deuda pública, escollos que dificultan seriamente su recuperación económica.

De ahí las recetas que el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo (BCE) y el Consejo Europeo han estado imponiendo a aquellos países: hay que apretarse el cinturón y reducir el déficit y la deuda pública de una manera radical.

Es sorprendente que esta explicación haya alcanzado la dimensión de dogma, que se reproduce a base de fe (el omnipresente dogma liberal) y no a partir de una evidencia empírica.

En realidad, ésta muestra lo profundamente errónea que es tal explicación de la crisis.

Veamos los datos:

Todos estos países tienen los gastos públicos (incluyendo el gasto público social) más bajos de la UE-15, el grupo de países más ricos de la Unión Europea, al cual pertenecen.

Mírese como se mire (bien gasto público como porcentaje del PIB; bien como gasto público per cápita; bien como porcentaje de la población adulta trabajando en el sector público), todos estos países están a la cola de la UE-15.

Su sector público está subdesarrollado.

Sus estados del bienestar, por ejemplo, están entre los menos desarrollados en la UE-15.

Una causa de esta pobreza del sector público es que, desde la Segunda Guerra Mundial, estos países han estado gobernados la mayoría del periodo por partidos profundamente conservadores, en Estados con escasa sensibilidad social.

Todos ellos tienen unos sistemas de recaudación de impuestos escasamente progresivos, con carga fiscal menor que el promedio de la UE-15 y con un enorme fraude fiscal (que oscila entre un 20 y un 25% de su PIB).

Son Estados que, además de tener escasa sensibilidad social, tienen escaso efecto redistributivo, por lo que son los que tienen mayores desigualdades de renta en la UE-15, desigualdades que se han acentuado a partir de políticas liberales llevadas a cabo por sus gobiernos.

Como consecuencia, la capacidad adquisitiva de las clases populares se ha reducido notablemente, creando una economía basada en el crédito que, al colapsarse, ha provocado un enorme problema de escasez de demanda, causa de la recesión económica.

Es este tipo de Estado el que explica que, a pesar de que su deuda pública no sea descomunal (como erróneamente se presenta el caso de Grecia en los medios, cuya deuda es semejante al promedio de los países de la OCDE), surjan dudas de que tales Estados puedan llegar a pagar su deuda, consecuencia de su limitada capacidad recaudatoria.

Su déficit se debe, no al aumento excesivo del gasto público, sino a la disminución de los ingresos al Estado, resultado de la disminución de la actividad económica y su probada ineficacia en conseguir un aumento de los ingresos al Estado, debido a la resistencia de los poderes económicos y financieros.

Por otra parte, la falta de crédito se debe al excesivo poder del capital financiero y su influencia en la Unión Europea y sus Estados miembros. Fue la banca la que, con sus comportamientos especulativos, fue creando burbujas que, al estallar, han generado los enormes problemas de falta de crédito.

Y ahora están creando una nueva burbuja: la de la deuda pública.

Su excesiva influencia sobre el Consejo Europeo, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (este último mero instrumento de la banca) explica las enormes ayudas a los banqueros y accionistas, que están generando enormes beneficios.

Consiguen abundante dinero del BCE a bajísimos intereses (1%), con el que compran bonos públicos que les dan una rentabilidad de hasta un 7% y un 10%, ayudados por sus agencias de calificación (que tienen nula credibilidad, al haber definido a varios bancos como entidades con elevada salud financiera días antes de que colapsaran), que valoran negativamente los bonos públicos para conseguir mayores intereses.

Añádase a ello los hedge funds, fondos de alto riesgo, que están especulando para que colapse el euro y que tienen su base en Europa, en el centro financiero de Londres, la City, llamada el Wall Street Guantánamo, porque su falta de supervisión pública es incluso menor (que ya es mucho decir) que la que se da en el centro financiero de EEUU.

Como bien ha dicho Joseph Stiglitz, con todos los fondos gastados para ayudar a los banqueros y accionistas se podrían haber creado bancos públicos que ya habrían resuelto los problemas de crédito que estamos experimentando (ver mi artículo ¿Por qué no banca pública?, en www.vnavarro.org).

En realidad, es necesario y urgente que se reduzca el sobredimensionado sector financiero en el mundo, pues su excesivo desarrollo está dañando la economía real.

Mientras la banca está pidiendo a las clases populares que se aprieten el cinturón, tales instituciones ni siquiera tienen cinturón.

Dos años después de haber causado la crisis, todavía permanecen con la misma falta de control y regulación que causó la Gran Recesión.

El mayor problema hoy en la UE no es el elevado déficit o deuda (como dice la banca), sino el escaso crecimiento económico y el aumento del desempleo.

Ello exige políticas de estímulo económico y crecimiento de empleo en toda la UE (y muy especialmente en los países citados en este artículo).

No ha habido una crisis de las proporciones actuales en el siglo XX sin que haya habido un crecimiento notable del gasto público y de la deuda pública, que se ha ido amortizando a lo largo de los años a base de crecimiento económico.

EEUU pagó su deuda, que le permitió salir de la Gran Depresión, en 30 años de crecimiento.

El mayor obstáculo para que ello ocurra en la UE es el dominio del pensamiento liberal en el establishment político y mediático europeo, imponiendo políticas que serán ineficientes, además de innecesarias. Y todo para asegurar los beneficios de la banca. Así de claro.


Escrito por Miguel Landro Lamoreaux - la Gazeta Federal -

JUANA AZURDUY
“Las mujeres combatientes se suman a la defensa de la Patria”

Nació, en el cantón de Toroca en las cercanías de Chuquisaca, el 12 de julio de 1780.

Ese año la ciudad de La Paz fue sitiada por Tupac Catari y Bartolina Sisa, alzados en armas en apoyo a Túpac Amaru.

Durante su infancia su familia tiene un buen pasar. Ella aprenderá el quechua y el aymará.

Trabajará en el campo, en las tareas de la casa, y se relacionará con los campesinos e indios. A la muerte de su madre primero y luego de su padre, su crianza quedará a cargo de sus tíos junto a su hermana Rosalía.

Su adolescencia será conflictiva, ya que chocará con el conservadurismo de su tía, por lo que será enclaustrada en el Convento de Santa Teresa.

Se rebelará contra la rígida disciplina, promoviendo reuniones clandestinas, donde conocerá la vida de Túpac Amaru y Micaela.

Leerá la vida de Sor Juana Inés de la Cruz entre otros, lo que le llevará a la expulsión a los 8 meses de internada.

De regreso a su región natal, conoce a Melchor Padilla, padre de su futuro marido, amigo de los indios y obediente de las leyes realistas, quien muere lejos de su casa, en una cárcel porteña, acusado de colaborar con otra rebelión indígena, en el año 1784.

Ligados a la historia de la resistencia alto peruana, estos hitos biográficos de Padilla ejercerán una enorme influencia sobre la formación de Juana Azurduy.

Manuel Padilla, hijo, establece una relación de profunda amistad con Juana.

Éste frecuentó las universidades de Chuquisaca y compartió con Juana, su conocimiento por la revolución Francesa, las ideas republicanas, la lucha por la libertad, la igualdad, la fraternidad.

Conoció los nombres de: Castelli, Moreno, Monteagudo.

El 8 de marzo de 1805 contrajeron matrimonio, y tuvieron tres hijos: Marino, Juliana y Mercedes.

Gozaron de una buena posición económica, pero Don Manuel como era criollo no pudo participar de cargos en el cabildo.

Con la caída de Fernando VII bajo la ocupación de Napoleón, el 25 de mayo de 1809 se produjo la revolución de Potosí.

Manuel Padilla se sumó a la resistencia y encabezó a los indios Chayanta y triunfó. Juró servir a la causa americana y vengó a los patriotas fusilados en el levantamiento de La Paz.

Un año después el general Vicento Nieto asumió la Real Audiencia , y condenó a la cárcel y a las mazmorras a todos aquellos que participaron de los levantamientos, entre ellos Padilla.

Juana defendió con rebenque en mano su propiedad ante los realistas. Al año siguiente de la Revolución de Mayo, Manuel Padilla se unió a Martín Miguel de Güemes, fueron la pesadilla del ejército realista.

Doña Juana quiso acompañarlos pero estaba prohibida la presencia de mujeres en el ejército.

Su casa fue confiscada y debió ocultarse en la casa de una amiga. Manuel Padilla se enfrentó con las tropas realistas utilizando el método de guerrillas, venció en varias oportunidades y su nombre comenzó a convertirse en leyenda.

Hacia 1813 los revolucionarios ocuparon Potosí y Padilla fue el encargado de organizar el ejército, tarea a la cual se sumó ahora sí Juana.

Su ejemplo hizo que muchas mujeres se sumaran a la gesta.

"En poco tiempo, el prestigio de Juana Azurduy se incrementó a límites casi míticos: los soldados de Padilla veían en ella la conjunción de una madre y esposa ejemplar con la valerosa luchadora; los indígenas prácticamente la convirtieron en objeto de culto, como una presencia vívida de la propia Pachamama".

Luego de la derrota de Vilcapugio y Ayohuma, la lucha se desplazó al nordeste de Bolivia, se le llamó la "Guerra de las Republiquetas".

Durante este tiempo el cacique Juan Huallparrimachi, músico, poeta y descendiente de los incas, se unió a Juana Azurduy, fue su fiel lugarteniente.

En el mes de marzo de 1814. Padilla y Azurduy vencieron a los realistas en Tarvita y Pomabamba.

Pezuela, el jefe del ejército español, puso todo su batallón a perseguir a la pareja de caudillos.

Las tropas revolucionarias debieron dividirse: Padilla se encaminó hacia La Laguna y Juana Azurduy se internó en una zona de pantanos con sus cuatro hijos pequeños.

Allí se enfermaron cada uno de sus cuatro hijos, donde murieron Manuel y Mariano, antes de que Padilla y Juan Huallparrimachi, llegaran en auxilio.
De vueltas en el refugio del valle de Segura murieron Juliana y Mercedes, las dos hijas, de fiebre palúdica y disentería.

"Dicen los biógrafos que comienza aquí la guerra brutal contra los realistas:"Padilla es cruel, es sanguinario (...) La guerra se ha desatado bárbaramente; ya no es la ley del Talión la que prima, sino una ley más inhumana, por un muerto se exigen dos, por dos, cuatro", afirma Gantier". "Juana Azurduy está nuevamente embarazada cuando combate el 2 de agosto de 1814 con Padilla y su tropa, en el cerro de Carretas. Y Juana Azurduy sufre ya los dolores de parto cuando escucha las pisadas de la caballería realista entrando en Pitantora. Luisa Padilla, la última hija de los amantes guerreros, nace junto al Río Grande y experimenta ahora en brazos de su madre los ardores de la vida revolucionaria".

Un grupo de suboficiales quisieron arrebatarle la caja con el tesoro de sesenta mil duros, el botín de guerra con el que contaban para su supervivencia las tropas revolucionarias, y que Juana Azurduy custodiaba con celoso fervor.

Juana se alzó frente a ellos con su hija en brazos y la espada obsequiada por el General Belgrano.

Feroz y decidida, montó a caballo con la pequeña Luisa y, juntas, se zambulleron en el río.

Lograron llegar con vida a la otra orilla.

La hija recién nacida quedó a cargo de Anastasia Mamani, una india que la cuidó durante el resto de los años en que su madre continuó luchando por la independencia americana.

En 1816 Juana y su esposo, quienes tenían bajo sus ordenes 6000 indios, sitiaron por segunda vez la ciudad de Chuquisaca.

Los realistas lograron poner fin al cerco, y en Tinteros, Manuel Ascencio Padilla encontró la muerte. Manuel Belgrano, en un hecho inédito, envió una carta donde la nombraba teniente coronel.

La cabeza de Padilla fue exhibida en la plaza pública durante meses, ésta se convirtió en un símbolo de la resistencia.

El 15 de mayo de 1817 Juana al frente de cientos de cholos la recuperó.

Juana Azurduy intentó reorganizar la tropa sin recursos, acosada por el enemigo, perdió toda colaboración de los porteños.

Juana decidió dirigirse a Salta a combatir junto a las tropas de Güemes, con quien estuvo tres años hasta ser sorprendida por la muerte de éste, en 1821.

Decidió regresar junto a su hija de 6 años, pero recién en 1825 logró que el gobierno le dé cuatro mulas y cinco pesos para poder regresar.

En 1825 se declaró la independencia de Bolivia, el mariscal Sucre fue nombrado presidente vitalicio.

Este le otorgó a Juana una pensión, que le fue quitada en 1857 bajo el gobierno de José María Linares.

Doña Juana terminó sus días olvidada y en la pobreza, el día 25 de mayo de 1862 cuando estaba por cumplir 82 años. Sus restos fueron exhumados 100 años después, para ser guardados en un mausoleo que se construyó en su homenaje.

Esta carta fue escrita ocho años más tarde de la muerte de Güemes, cuando vagaba pobre y deprimida por las selvas del Chaco argentino:

"A las muy honorables juntas Provinciales: Doña Juana Azurduy, coronada con el grado de Teniente Coronel por el Supremo Poder Ejecutivo Nacional, emigrada de las provincias de Charcas, me presento y digo: Que para concitar la compasión de V. H. y llamar vuestra atención sobre mi deplorable y lastimera suerte, juzgo inútil recorrer mi historia en el curso de la Revolución. Uno de los pocos momentos de felicidad fue aquel en que sorpresivamente Simón Bolívar, acompañado de Sucre, el caudillo Lanza y otros, se presentó en su humilde vivienda para expresarle su reconocimiento y homenaje a tan gran luchadora. El general venezolano la colmó de elogios en presencia de los demás, y dícese que le manifestó que la nueva república no debería llevar su propio apellido sino el de Padilla, y le concedió una pensión mensual de 60 pesos que luego Sucre aumentó a cien, respondiendo a la solicitud de la caudilla: Sólo el sagrado amor a la patria me ha hecho soportable la pérdida de un marido sobre cuya tumba había jurado vengar su muerte y seguir su ejemplo; mas el cielo que señala ya el término de los tiranos, mediante la invencible espada de V.E. quiso regresase a mi casa donde he encontrado disipados mis intereses y agotados todos los medios que pudieran proporcionar mi subsistencia; en fin rodeada de una numerosa familia y de una tierna hija que no tiene más patrimonio que mis lágrimas; ellas son las que ahora me revisten de una gran confianza para presentar a V.E. la funesta lámina de mis desgracias, para que teniéndolas en consideración se digne ordenar el goce de la viudedad de mi finado marido el sueldo que por mi propia graduación puede corresponderme".


Juana Azurduy
(Letra: Féliz Luna - Música: Ariel Ramírez)

Juana Azurduy,
flor del Alto Perú:
no hay otro capitán
más valiente que tú.

Oigo tu voz
más allá de Jujuy
y tu galope audaz,
Doña Juana Azurduy.

Me enamora la patria en agraz,
desvelada, recorro su faz;
el español no pasará
con mujeres tendrá que pelear.

Juana Azurduy,
flor del Alto Perú,
no hay otro capitán
más valiente que tú.

Estribillo
Truena el cañón,
préstame tu fusil
que la revolución
viene oliendo a jazmín.

Tierra del sol
en el Alto Perú,
el eco nombra aún
a Tupac Amaru.

Tierra en armas que se hace mujer,
amazona de la libertad.
Quiero formar
en tu escuadrón
y al clarín de tu voz
atacar.