miércoles, 20 de enero de 2010

UNA ESTRATEGIA POPULAR

Este año va a ser decisivo para el peronismo de San Martín. De aquí en adelante van a resolverse situaciones que definirán las políticas que se aplicarán en los próximos años en nuestro distrito. Más allá de la confusión que con distintas estrategias se pretende sembrar en los ámbitos nacional, provincial y municipal, con la conformación de nuevos alineamientos políticos y partidarios, la creación de terceras vías que se autodefinen como nuevas opciones y que en realidad son recreaciones de viejas historias conocidas, más por sus fracasos que por su novedad; la realidad es que en breve van a confrontar como siempre ha sido, dos bandos, dos sectores bien definidos en donde los terceros por definición se encuentran excluidos y sólo son convidados de piedra útiles para la distracción.
En lo que atañe a San Martín, se decidirá la continuidad de un proyecto político conducido por estratos medio altos de nuestra sociedad, con un discurso institucional concentrado en las formas y un despliegue de propaganda como estrategia central para evitar las discusiones de fondo y otro proyecto que signifique la construcción de un programa integrador de desarrollo productivo con justicia social y la conformación de una comunidad organizada con la posibilidad de lograr una identidad material, espiritual y cultural sin exclusiones.
Actualmente, la situación más grave que podemos advertir en nuestro municipio, es que la política resulta conducida por un sector social que es una clara minoría dentro del conjunto de la población y el territorio. Este hecho debería llamar la atención y provocar alguna reflexión en la militancia y en los espacios de conducción de los sectores populares, que son la gran mayoría sin cohesión de San Martín.
Este comportamiento político, invadido por concepciones que propician el egoísmo de posicionamientos personales, desligados de los objetivos del conjunto que pretende representarse, corre el serio riesgo de debilitar los sentimientos de pertenencia que todavía importantes sectores de la sociedad mantienen hacia las organizaciones comunitarias, cediendo peligrosamente espacios de representatividad.
En un distrito como San Martín con mayorías populares significativas, continuar con posicionamientos que provocan el quiebre de la unidad necesaria para producir una verdadera transformación política y social, es a las claras un acto que demuestra la falta de una visión estratégica para promover los derechos de amplios espacios sociales que reclaman un giro a las actuales prácticas de gobierno.
Los cambios vendrán necesariamente cuando logremos articular una política que incluya a los sectores más postergados, a las clases medias productivas y asimismo mediante la unificación de criterios de acción para la lucha común de quienes tienen la responsabilidad de conducir el campo nacional y popular.